En vista de la miseria en que se hallaban innumerables huérfanos de guerra y niños que se quedaron sin patria al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el austriaco Hermann Gmeiner emprendió, en el año 1949, en la pequeña ciudad tirolesa de Imst, la construcción de la primera Aldea Infantil SOS del mundo.
Ninguna Aldea se parece a la otra…: Aldea Infantil SOS de Bangui, en la Rep. Centroafricana – Foto: C. M’bad Ben-Seba
La labor de Aldeas Infantiles SOS se centra en dar un hogar permanente y un entorno social estable a niños que han perdido a sus padres o que, en todo caso, no pueden seguir viviendo con ellos. Esta estructura cuasi-familiar de la Aldea Infantil SOS está determinada por cuatro elementos esenciales: la madre, los hermanos, la casa y la aldea.
Cada niño recibe una así llamada madre de Aldeas Infantiles SOS”